Los días 3 y 4 de mayo (viernes y
sábado) visitamos tres centros de acogida de niñas: la Kumari
House de la Direct Help Foundation, dirigida por Toni Aguilar; la
Patan Children Home y la Vistare Girls Home. Los tres centran su actividad en ayudar o acoger niñas. Cada vez que llegabas a uno pensabas que no podías encontrar un sitio mejor en este mundo, pero cuando
llegabas al siguiente y conocías a las niñas y al personal ya no
sabías qué pensar.
Princesas
A diferencia del primer centro que
visitamos, desolador, estos tres nos han conmovido por la exquisita
elegancia de las chicas. Son sencillas, alegres, tranquilas... Es un
gusto ver cómo hacen sus tareas en equipo con total dedicación. A
Toni Aguilar le gusta llamar a su centro “La casa de las
princesas”. Es una definición exacta.
Muchas niñas me vienen a preguntar
cómo me llamo y de dónde soy. Tienen curiosidad por conocer gente
de otros sitios. A una le enseñé un juego de reflejos en que has de
palmear las manos del contrincante antes de que éste pueda evitarlo.
Acabé con los brazos doloridos, porque se lo enseñaban la una a la
otra y luego hacían cola para jugar con “el inventor”.
El Futuro del Nepal
Otra, tras el protocolo de nombre y
nacionalidad, me explicó que quería estudiar para ser “Hotel
Manager” en Estados Unidos o en Inglaterra; expuso los pasos que
iba a dar en los próximos años con una claridad que ya querría yo
para mí.
Y también hubo una que preguntaba a unos
ingenieros franceses, que estaban allí como cooperantes, qué tenía
que estudiar para poder construir plantas potabilizadoras en Nepal.
Creo que estas chicas garantizan que
éste pronto será un país próspero, igualitario y bien organizado.
Eso sí, espero que mantengan sus mejores tradiciones y que no
pierdan su cálida inocencia.
Magia sin fronteras
El show sigue arrasando. Por lo visto
no hay espectáculos de este tipo en Nepal, y los niños se vuelven
como locos con los trucos y bromas del Màgic Andreu. Yo mismo me
sorprendo de cómo gags y chistes que ya he presenciado en sesiones
anteriores me siguen haciendo reír como el primer día. Eso es que
la gracia no está en el chiste, sino en el artista.
Un maleficio
Una característica del Nepal es su
influjo sobre la tecnología. Nuestros aparatos occidentales
simplemente dejan de funcionar. A causa del polvo, en sólo dos días ya he tenido que
limpiar las conexiones de las ópticas porque la cámara se volvía
loca con el autofoco. Al Màgic Andreu le pasa algo parecido con su cámara. Y por lo que respecta a internet, no volveré a quejarme de las dificultades porque me hice esta promesa.
Show must go on
También, una subida de tensión dio al
traste con el equipo de sonido del Màgic Andreu (por suerte justo
después de acabar la actuación). No importa, es un profesional
preparado para cualquier eventualidad, y en la siguiente utilizó su
equipo portátil... que también acabó sufriendo el maleficio tecnológico
del Nepal.
No importa. Sin micro. El Màgic Andreu provoca el pasmo y
la risa con la misma intensidad, pues su energía sale de muy
adentro.
Eso sí, esta mañana, aprovechando un
impass en la tourné, ha visitado un servicio técnico que le ha
reparado ambos equipos y, además, ha decidido comprar uno nuevo. Hombre
previsor vale por dos.
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